Nada inspira más al regreso al blog propio que una buena dosis de chicas japonesas. Aunque sólo sean un par, resultaron suficientes para meterme aquí y ponerles esto:
Tras ver esto, no me queda más que pensar que mi cerebro fue armado en Japón. Sólo a ellos se les ocurre hacer este tipo de locuras sin ponerse rojos como jitomates; lo rojo va en tonalidad y viscosidad sangre, nada mejor, pues, vaya, ni el Santo tuvo tan descarada concepción y eso que ya ven cómo se las gastaba. Ahora lo terrible será esperar a que de alguna manera aparezca en nuestros lares. No es el único video conseguible, de hecho en esta dirección pueden encontrar uno más pesado, más inspirador:
En otra calidad poética anda esta foto de María Ozawa:
Por hoy, pues, ya es suficiente, no sea que les de un ataque; sólo pasé, posteé y me voy.
Gocen más, antes de volver :)
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